hola chicas!!grax emy y andre por el consejo, lo voy a tener en cuenta, al libro no lo tengo lo voy a tener que leer!!!aca mando mi primer borrador del trabajo..la verdad que lo estoy haciendo con tantas ganas porque me gusta la historia...
Al final la vida no sigue igual
El día había llegado el 15 de abril del año 2003 era la fecha estipulada. Rafael un hombre de 48 años de edad de ocupación remisero fue condenado a cadena perpetua bajo la carátula de homicidio culposo seguido de muerte por el crimen de su esposa Esther 46 años maestra y su hija Verónica 21 años estudiante de psicología , ocurrido en la localidad de Apóstoles, misiones. Este departamento ubicado al suroeste de la provincia, limita con los departamentos de Capital, Leandro N. Alem, Concepción, con la provincia de Corrientes y la Republica Federativa del Brasil. Su población es de 38.028 habitantes, según el censo 2001 (INDEC). Encabeza la región turística del mate y la tierra colorada. Capital de la yerba mate, cuenta además de plenos paisajes, aire puro y vegetación abundante. Apóstoles es una pintoresca localidad reconocida por sus amplias plantaciones yerbateras, sus calles onduladas, tierra colorada, su rica historia cultural y sus hermosos campings y balnearios convirtiéndola en una cautivante cartelera del territorio de Misiones.
Luego de la reconstrucción de la escena del crimen, la contribución clave por parte de los testigos, en fin después de una rápida y segura investigación realizada por la policía local, se logro esclarecer el asesinato. Este informe con su resolución expediente fue leída por los jueces del tribunal Nº 5 en la capital provinciana, Posadas. Aquel expresaba los motivos que habían desencadenado ese terrible final.
Se trataba de la familia Boreal clase media que vivía en Apóstoles. Ya desde hacia seis meses la situación conyugal venia presentando fisuras. La comunicación no era una típica conversación, la discusión y los maltratos psicológicos que se proporcionaban ambos eran los protagonistas día tras día. La relación estaba desgastada, la crisis económica agregaba una cuota más de confrontación dado que no solo los ingresos monetarios no alcanzaban para pagar los créditos y gastos del hogar sino que también peligraba el despido de Rafael de la compañía de la flota de remis donde trabajaba. No obstante esos factores no fueron los únicos que afectaron el ambiente caldeado familiar porque una nueva relación extra matrimonial del hombre con una compañera de trabajo, hizo en el que cambiara de actitud y por lo tanto tuviera un contacto frío y conflictivo en su hogar.
Un nuevo día amanecía y con el la tensión reaparecía. Pero ese día no seria uno más sino que seria el principio de un destino fatal. La hija del matrimonio había partido temprano de la casa, aviso que a la salida de la facultad se reuniría con unas amigas y regresaria a la noche tal como lo había acordado con sus padres.
Aprovecho que quedaron solos y le confeso a su esposa que en su vida una nueva mujer apareció. Desbordada por la ira de lo que oyó comenzaron los gritos y las agresiones. Rafael parecía vulnerable pensó en controlar la situación y afrontarla pero Esther no paraba de agredirlo verbalmente, parecía una madre regañando a su hijo no había reacción. De pronto abrió la puerta de la habitación atenuado por lo que vivió lo único que pasaba por su cabeza era como acabar con todo eso.
Salio de su casa, tomo el auto mientras los ruidos de esa habitación retumbaban y hacían eco en toda la casa, y se dirigió hacia un local de compra y venta de armas. Parecía ido, a medida que avanzaba por las calles las personas, los olores, movimientos, ruidos, y colores se transformaban en espejismos sentía que iba solo, nadie ni nada existía en ese momento. Se detuvo dos cuadras antes. Antes de bajar llamo por radio a la empresa avisando que lamentaba no poder ir debido a que aquejaba dolores estomacales. Eso al representante le llamo mucho la atención porque ante un dolor de cabeza o corporal nunca faltaba, pero lo comprendió.
Comenzó a caminar, esas cuadras parecían estirarse, sentía que sus pasos no avanzaban, el dinero iba apretado en su puño cerrado, su corazón latía un poco mas rápido de lo normal, no estaba asustado su rostro expresaba ansiedad. Se detuvo en un bar pidió pasar al baño, corrió hasta el lavatorio se lavo un poco un poco la cara, metió el dinero en el bolsillo del pantalón e hizo lo mismo con sus manos, se lavaba tan fuerte como prediciendo lo que luego habría de ocurrir.
Llego al local no había nadie a suerte de el, solo un señor canoso de alrededor de setenta y dos años, con barba larga y unas manos curtidas por la completa fabricación y dedicación de sus armas. Lo saludo e inmediatamente Rafael pidió un calibre veintidós preferentemente silenciador. Le mostró los diferentes modelos y sin dudarlo Eligio la que casualmente tenia sus iniciales R.B (Rafael Boreal). El anciano sin entrometerse demasiado le pregunto cual era el motivo por el que deseaba adquirirla y sin pensarlo le contesto que solo era por seguridad, en estos tiempos de psicosis uno debe estar prevenido agrego con un tono afirmante.
Tomo el arma que estaba guardada en su caja, pago y salio de prisa. Pero nunca pensó que al salir de allí se encontraría con un vecino que justo paseaba con su hija. Trato de disimular se mezclo entre los transeúntes y corrió hasta su auto. Miro su reloj marcaba las seis y veintidós minutos, supuso que era temprano todavía para cometer su propósito. Comenzó a dar vueltas, prendió el estereo, cantaba y observaba atenidamente todo lo que sucedía a su alrededor como si se estuviera por acabar el mundo. Detuvo la marcha, entro a un pub y pidió algo para comer. Termino y espero sentado a que se hicieran las ocho de la noche mientras cada rato miraba la bolsa en la que se encontraba la caja. Ahora si llegaba el momento, era tiempo de ir a su casa.
Llego, las luces de la cocina y la habitación estaban encendidas. De nuevo empezaba la discusión con su mujer pero esta vez la que se entrometió y en defensa de su madre fue su hija Verónica, cansado de lo que tantas veces vivía, saco su revolver y todo acabo. Tendidos los cuerpos, se dirigió hasta el patio trasero y con una pala cavaba para enterrar el arma homicida mientras el perro de la vecina ladraba constantemente. Se lavo las manos y llamo a la policía. Esta se condujo al domicilio, Rafael les dijo que cuando volvió de trabajar se había encontrado con esa terrible escena. Lo trasladaron para hacer la declaración correspondiente. Tres uniformados se quedaron para seguir con el procedimiento, tomaron fotos, hicieron pericias, rastrearon el lugar con el fin de encontrar evidencias y algo sorprendente los envolvió, rastros de tierra en la cocina y para olvido del hombre la pala también había quedado con tierra. Aquel crimen ya nada tenia de perfecto.
Para obtener más información del caso, los testigos fueron una pieza clave. Sus vecinos Sebastián y Dora aportaron datos concretos que complicaron la situación de Rafael. Sebastián sostuvo haberlo visto salir de un local de ventas de armas, pero que descimulo al hacerse el distraído y no lo saludo, tanto que Dora afirmo que su perro no paraba de ladrar y cuando salio para callarlo escucho ruidos de excavación y agrego que durante esas ultimas tres semanas se sentían golpes y estallidos de cosas. Esto basto no solo para hallar el calibre sino que condujo a la detención inmediata del sujeto. Ya nada quedaba en misterio, la verdad sola salia a la luz.
Luego de leída la resolución por el tribunal de casación, se declaro responsable a Rafael Boreal del asesinato de su mujer e hija y fue condenado a prisión perpetua. Al escuchar su sentencia, la expresión de su rostro cambio. Sintió una profunda melancolía, su mirada estaba perdida todo el tiempo se refregaba las manos, como limpiándose la sangre que nunca alcanzo a manchar su piel.
El traslado a la cárcel de mayor seguridad ubicada en la provincia de Córdoba se aproximaba y junto a el un viaje en el que comprendería que su vida al final no seguiría igual nunca mas.
La ruta Nº 12 se convirtió en la protagonista y compañía de sus recuerdos más gratificantes, uno tras otro se atravesaban en la mente de ese pobre hombre. Ese boomerang fue la mejor consolación por lo que había hecho. Su arrepentimiento y tristeza parecían no combinar en el bello paisaje que mostraba su tierra misionera.
La nostalgia hizo que recordara aquel día que conoció a su esposa Esther, el 8 de noviembre de 1974 en una fiesta patronal que se había realizado en la plaza central de Apóstoles. En esa época era común que las señorita estuviera acompañada por sus padres y si un muchacho quería bailar con ella primero debía presentarse y si la aprobación era aceptada por aquellos, bailaba con ella toda la noche. Y así fue esa parejita (el 19 y ella 17) no se separo jamás, el intercambio de miradas pudo mas y al terminar el baile sellaron su amor con un beso. Aunque después de cinco años de una relación algo entorpecida porque los padres de Esther no lo aceptaban cono yerno por el simple hecho de que ellos querían que se comprometiera con un joven, hijo de un prestigioso terrateniente pero esa burbuja se termino pinchando. El 30 de enero de 1979se casaron en la parroquia San José y ese acontecimiento logro borrar el rechazo que le provocaba a la familia Venevack.
Rafael recordaba sus fotos del casamiento, el vals, su luna de miel a Carlos Paz, regalo que le dieron sus primos cordobeses (y pensar que volvía a Córdoba, pero esta vez no iba a repetir ese momento maravilloso). A medida que avanzaba por la carretera, a medida que los quilómetros se acortaban, lo único que deseaba era detener el tiempo, rebobinar la cinta de una película que el creía estar viviendo, pero al mirar sus manos esposadas y el pavimento que iba quedando atrás volvía otra vez a la realidad.
jueves, 16 de julio de 2009
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El relato es muy detallado, pero noto que asume un tono muy periodístico: cierta frialdad y objetividad en las palabras que elegís. De a momentos parece un artículo en la sección Policiales. Podría ser un efecto buscado a propósito, pero estate atenta a eso y pensá si era lo que querías. Enfría mucho una situación violenta, sangrienta y en la que intervienen fuertes emociones. Es un tono raro en este contexto.
ResponderEliminarFijate a ver si notás esto
Te dejo el link a un cuento que escruibí trabajndo sobre la consigna del cuadernillp, pág. 27 (Y ahora?). Ahí también vas a encontrar un crimen, pero narrado desde un punto de vista y con un estilo bien distinto al tuyo.
ResponderEliminarhttp://unkibbutzdeldeseo.blogspot.com/2008/04/construccin-del-personaje-y-ahora.html
Saludos!
Upa, queda cortado. Te lo paso dividido en dos, cuando lo pegues, juntá ambas partes.
ResponderEliminarhttp://unkibbutzdeldeseo.blogspot.com/
2008/04/construccin-del-personaje-y-ahora.html
Hola moni!!!
ResponderEliminarEl tipo tiene todo planeado lo que va a hacer, a mi no me parece pobrecito.
Te deja la moraleja de: mejor hacele caso a tus papas y no te cases con ese!!
besos!!